Nos encontramos con él por sorpresa.. ¡Y qué grata sorpresa!
"Ultramarinos Quintín" no tiene ese nombre por casualidad: Hace más de 100 años existió en ese local una tienda de ultramarinos, de las del barrio Salamanca de toda la vida.
Si juntamos los ingredientes naturales de calidad y el éxito de los anteriores locales de Sandro Silva y Marta Seco, con El Paraguas y Ten con Ten, se predice una nueva milla de oro con este nuevo proyecto.
Esta particular esquina del restaurante es en sí, el homenaje a la tienda de ultramarinos. Encontramos una frutería, una charcutería, con su zona de quesos y una pequeña zona con las mejores conservas del mercado. Con posibilidad de comprar los productos y el lugar donde los cocineros recogen las materias primas para preparar tus platos. La verdad, ver a los cocineros paseándose por el restaurante, hace aún mas peculiar y divertido este local.
Prima la sencillez, como la ensalada de tomate con ventresca, los rollitos de alcachofa con pato, las croquetas de bacalao negro (deliciosas)y su carta especial de pizzas.
En resumen, y para ser breve, otro acierto de los chicos de oro de la restauración madrileña.
Un restaurante posicionado entre los primeros de mi ranking.